Sergio, el heredero de Berenguer
El cancerbero, todo un trotamundos a sus 18 años, será convocado el domingo por primera vez y tomará el testigo de su paisano, balono en los años ochenta
Sergio Solís tiene sólo 18 años pero ya es todo un trotamundos. El próximo domingo, salvo que media un indeseado accidente, formará parte por primera vez de una convocatoria de la Real Balompédica, que debe cubrir la ausencia de su meta titular, Camacho, sancionado por acumulación de amonestaciones.
El joven cancerbero, que habitualmente defiende la portería del Balón juvenil en Segunda Provincial, admite que tiene el pellizquito propio de quien se enfrenta a una nueva experiencia. Y eso que ya fue citado con el en Segunda B.
Sergio no será el primer guardavallas de Tesorillo que se enfunda la elástica albinegra en competición oficial. A mediados de los años ochenta lo hizo, y con frecuencia como titular durante toda una temporada, Diego Berenguer, que llegó de la mano del entonces directivo balono Domingo Vázquez y que ahora es el responsable del equipo infantil de los tesorilleros.
El joven meta albinegro tiene, pese a su edad, un currículum amplio. Después de dar sus primeros pasos en casa, en su etapa alevín e infantil vistió la guayabera del Algeciras, del que se marchó al Málaga, que a su vez le sirvió para llegar al Betis. Su andadura juvenil la comenzó en el Atlético Zabal -donde coincidió con su actual compañero Borja- antes de marcharse al Benidorm, con el que jugó en la Liga Nacional e incluso fue convocado por el primer equipo.
Este verano regresó a la comarca y después de una espantada con la temporada ya comenzada para enrolarse en el filial del Racing de Santander, parece que, por fin, se ha asentado en la Balompédica.
"Sí que tengo ganas de que llegue el domingo", admite el cancerbero, que supo de la sanción a José Manuel Camacho -que en el club se conocía desde el pasado sábado, nada más finalizar el partido en Ayamonte- cuando se reincorporó a los entrenamientos el pasado lunes. "Sea por la circunstancia que sea voy a ir convocado, que es un primer objetivo. Algo es algo. Estoy ilusionado, porque además es muy bonito vivir un partido por dentro con el resto del equipo".
"Para nada me siento extraño en la Balona", recalca. "Me entreno todos los días con ellos y me considero uno más, aunque hasta ahora no haya jugado. ¿Qué si voy de prestado? Que va, que va. Ni mucho menos".
El portero, que recalca que tiene una relación excelente con sus dos compañeros de demarcación ("y es verdad, no es hablar por hablar") se deshace en elogios para ambos… pero con matices. "Los dos son extraordinarios, pero a mí, sinceramente, me gusta más Borja".
"Eso no quiere decir que no me guste Camacho", matiza. "Además es un tío fantástico. Nos da consejos y todo eso, pero Borja ha crecido muchísimo desde que nos conocimos, sobre todo en el aspecto técnico".
"No me veo capaz de definirme", replica al ser preguntado al respecto. "Yo tengo la sensación de que soy bastante regular, que ni hago paradas espectaculares ni comento grandes errores. Pero claro, yo no me veo desde fuera, ésa es mi sensación".
Acostumbrado a entrenarse con un equipo semiprofesional como la Balompédica, el guardarredes admite que al jugar con el conjunto juvenil nota "muchísimo el cambio", hasta tal punto que, confiesa: "Me aburro ".
Sergio Solís confía en algún momento de la temporada consigue debutar exista un buen grupo de paisanos que se desplacen hasta La Línea para verle debutar. "Eso es por lo menos lo que me dicen por la calle".
El joven cancerbero, que habitualmente defiende la portería del Balón juvenil en Segunda Provincial, admite que tiene el pellizquito propio de quien se enfrenta a una nueva experiencia. Y eso que ya fue citado con el en Segunda B.
Sergio no será el primer guardavallas de Tesorillo que se enfunda la elástica albinegra en competición oficial. A mediados de los años ochenta lo hizo, y con frecuencia como titular durante toda una temporada, Diego Berenguer, que llegó de la mano del entonces directivo balono Domingo Vázquez y que ahora es el responsable del equipo infantil de los tesorilleros.
El joven meta albinegro tiene, pese a su edad, un currículum amplio. Después de dar sus primeros pasos en casa, en su etapa alevín e infantil vistió la guayabera del Algeciras, del que se marchó al Málaga, que a su vez le sirvió para llegar al Betis. Su andadura juvenil la comenzó en el Atlético Zabal -donde coincidió con su actual compañero Borja- antes de marcharse al Benidorm, con el que jugó en la Liga Nacional e incluso fue convocado por el primer equipo.
Este verano regresó a la comarca y después de una espantada con la temporada ya comenzada para enrolarse en el filial del Racing de Santander, parece que, por fin, se ha asentado en la Balompédica.
"Sí que tengo ganas de que llegue el domingo", admite el cancerbero, que supo de la sanción a José Manuel Camacho -que en el club se conocía desde el pasado sábado, nada más finalizar el partido en Ayamonte- cuando se reincorporó a los entrenamientos el pasado lunes. "Sea por la circunstancia que sea voy a ir convocado, que es un primer objetivo. Algo es algo. Estoy ilusionado, porque además es muy bonito vivir un partido por dentro con el resto del equipo".
"Para nada me siento extraño en la Balona", recalca. "Me entreno todos los días con ellos y me considero uno más, aunque hasta ahora no haya jugado. ¿Qué si voy de prestado? Que va, que va. Ni mucho menos".
El portero, que recalca que tiene una relación excelente con sus dos compañeros de demarcación ("y es verdad, no es hablar por hablar") se deshace en elogios para ambos… pero con matices. "Los dos son extraordinarios, pero a mí, sinceramente, me gusta más Borja".
"Eso no quiere decir que no me guste Camacho", matiza. "Además es un tío fantástico. Nos da consejos y todo eso, pero Borja ha crecido muchísimo desde que nos conocimos, sobre todo en el aspecto técnico".
"No me veo capaz de definirme", replica al ser preguntado al respecto. "Yo tengo la sensación de que soy bastante regular, que ni hago paradas espectaculares ni comento grandes errores. Pero claro, yo no me veo desde fuera, ésa es mi sensación".
Acostumbrado a entrenarse con un equipo semiprofesional como la Balompédica, el guardarredes admite que al jugar con el conjunto juvenil nota "muchísimo el cambio", hasta tal punto que, confiesa: "Me aburro ".
Sergio Solís confía en algún momento de la temporada consigue debutar exista un buen grupo de paisanos que se desplacen hasta La Línea para verle debutar. "Eso es por lo menos lo que me dicen por la calle".
Publicado hoy en europa sur
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