Oliva de pie el tercero por la derecha |
Un enamorado del fútbol y aún más de la Unión Deportiva Tesorillo. Hombre con físico, de pelo rubio y piel muy blanca, daba la sensación que se trataba de un futbolista del norte de Europa. Donde mas rindió fue en la zaga, bien de central o del ya desaparecido defensa libre.
Elegante y deportivo, a pesar del puesto que ocupaba, jamás y cuando decimos jamás no nos equivocamos dio una patada o una mala entrada intencionada. Primero por su condición como persona y segundo que muy joven, celebrando un encuentro entre amigos cuando el club aún no estaba federado por tanto antes de 1974, sufrió una grave lesión que pudo haberlo dejado inútil para la práctica del fútbol. Él siempre alegaba, que no se perdonaría causar una lesión a ningún contrario, que el fútbol era solo un juego, demostrando una nobleza digna de mención.
Formó parte de la primera plantilla oficial del Club en la temporada 74/75, así estuvo hasta la 78/79, ostentando la capitanía , cuando tuvimos que emigrar hasta Jimena al quedarnos sin campo, aunque su retirada no fue motivada por eso, sino por la edad. Ocupó a continuación el cargo de entrenador, con un porvenir más que sombrío, sin campo donde poder entrenar y para jugar como local hacedlo a 25 kilómetros de distancia.
Su caballerosidad y amor a los colores la demostró en las temporadas 88/89 y 89/90, cuando de nuevo volvió al banquillo, después de que el equipo estuvo a puntito de no salir a competir en la regional gaditana, con buenos resultados, en la 89/90 le faltó muy poquito para conseguir el ascenso, por supuesto sin cobrar ni un duro
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